Convertirse en musulmán es un proceso simple. Simplemente dices:
“Doy testimonio de que no hay nadie digno de adoración excepto Dios, y doy testimonio de que Muhammad es el mensajero de Dios.”
Al decir estas sencillas palabras, con convicción, uno entra en la religión del Islam. Esta declaración se conoce como el Testimonio de fe.
La palabra árabe ‘Islam’ significa ‘sumisión’, y se deriva de una palabra que significa ‘paz’. Como tal, la religión del Islam enseña que para alcanzar la verdadera paz mental, uno debe someterse a Dios. La palabra “musulmán” significa alguien que se somete a la voluntad de Dios.
El Islam no es una religión nueva porque la ‘sumisión a la voluntad de Dios’ (es decir, el Islam) siempre ha sido la única religión aceptable a los ojos de Dios. Por esta razón, el Islam es la verdadera ‘religión natural’, y es el mismo mensaje eterno revelado a través de los siglos para todos los profetas y mensajeros de Dios.
El mensaje principal de todos los profetas siempre ha sido que solo hay un Dios verdadero y solo Él debe ser adorado. Estos profetas incluyen a Noé, Abraham, Moisés, David, Salomón, Juan el Bautista y Jesús, la paz sea con todos ellos.
“ Antes de ti no enviamos ningún mensajero al que no le inspiráramos: No hay dios excepto Yo. ¡Adoradme!” [Noble Corán 21:25]
Beneficios de Convertirse al Islam
- Alcanzar la Paz Interior
En un mundo de excesivo materialismo, los seres humanos están insatisfechos y espiritualmente vacíos. Someter su voluntad a Dios lleva a algo que todos buscan: paz interior y tranquilidad. Los humanos están formados de dos componentes, uno es el cuerpo físico y el otro es el alma. El cuerpo físico se nutre de los alimentos, pero el alma necesita una conexión con Dios para su satisfacción. Adorar a Dios da satisfacción al alma.
“Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah. ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?” [Noble Corán 13:28]
- Tener una Relación Directa con Dios
Al aceptar el Islam, uno forma una relación personal y directa con Dios. Esta estrecha amistad con Dios lo llevará a enfrentar los desafíos y las pruebas de esta vida y la próxima. El conocimiento de que Dios está contigo en todo momento es un gran alivio y cada vez que enfrentas un desafío en la vida, puedes confiar en Él para resolverlo por ti.
“¿No es cierto que los amigos de Allah no tendrán que temer ni se entristecerán?” [Noble Corán 10:62]
- Descubrir el Propósito de la Vida
Convertirse al Islam significa que estás en el camino de cumplir el propósito de tu vida. La verdadera razón por la que Dios nos creó es para adorarlo. El Islam te enseña cómo adorar a Dios y acercarte a Él:
“Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que me adoren.” [Noble Corán 51:56]
- Todos los Pecados son Perdonados
Al convertirse al Islam, todos los pecados anteriores son perdonados. Un nuevo musulmán es como un bebé recién nacido. Cualquiera que sea el pecado que hayas cometido, no importa cuántas veces lo hayas hecho o cuán grande haya sido, Dios puede perdonarlo. Dios ama perdonar; los humanos pueden cansarse de pedir, pero Dios nunca se cansa de dar.
“Di: ¡Siervos míos Que os habéis excedido en contra de vosotros mismos, no desesperéis de la misericordia de Allah, es verdad que Allah perdona todas las faltas, pues Él es el Perdonador, el Compasivo!” [Noble Corán 39:53]
- Felicidad Eterna
El mayor beneficio es que a un musulmán Dios le promete la recompensa del Paraíso eterno (el Cielo). Aquellos que son bendecidos con el Paraíso vivirán eternamente en dicha sin ningún tipo de enfermedad, dolor o tristeza. Dios estará complacido con ellos y ellos estarán complacidos con él. En el paraíso, hay placeres que ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado y ninguna mente humana jamás ha pensado. Será una vida muy real, no solo espiritual, sino física también.
“Toda alma probará la muerte. Y el Día del Levantamiento se os pagará cumplidamente la retribución que os corresponde. Quien sea alejado del Fuego e introducido en el Jardín, habrá triunfado. La vida de este mundo no es sino el disfrute engañoso de lo que se acaba.” [Noble Corán 3:185]